En una Argentina donde el fútbol domina humores, pasiones y decisiones, bien vale recordar que fue en las canchas donde –a partir del 4 de febrero de 2018 cuando San Lorenzo recibía en su estadio a Boca Juniors– empezó a tronar el “Mauricio Macri la puta que te parió”, primera expresión popular de rechazo al presidente que luego recorrió otros campos y salas para convertirse en el llamado “hit del verano”.
En ese contexto, puede arriesgarse que Marcelo Gallardo como entrenador de River Plate devino en el principal y más eficaz opositor al presidente Mauricio Macri, quien llegó al gobierno en 2015 tras dos gestiones como Jefe de Gobierno porteño, pero fundamentalmente empujado por su exitosa faena como titular del club xeneize entre 1995 y 2008, cuando bajo su mandato obtuvo 17 torneos (11 de ellos internacionales).
Una vez ungido como primer mandatario de la Argentina, Macri supo impulsar leyes en un Congreso donde la alianza gubernamental Cambiemos-UCR no tenía mayoría propia y negoció exitosamente con gobernadores de provincias donde imperaba el peronismo, además se impuso en las elecciones legislativas de octubre de 2017 y hasta el insulso Esteban Bullrich superó por más de 380.000 votos a Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
Ni la tibia oposición partidaria soñando con las unidades por arriba (ya sea del PJ o de la izquierda), ni las movilizaciones que (menos masivas y persistentes que las que, por caso se vieron en las últimas semanas en Ecuador y Chile), ni una economía indomable con la inflación y el dólar disparados a favor del capital concentrado, la timba financiera y la transferencia de recursos, parecieron generar la reacción del mandamás. Solamente Gallardo conduciendo a River sacudió a Macri.
El titular del Ejecutivo nacional asumió en diciembre de 2015 con un par de antecedentes futboleros en contra: El River de Gallardo había eliminado a Boca (presidido desde 2011 por Daniel Angellici, delfín y operador judicial de Macri) en las semifinales de la Copa Sudamericana 2014 y en los octavos de final de la Copa Libertadores del año siguiente, coronándose campeón en ambos casos.
Y la racha no cambió: En marzo de 2018 Macri presidente vio cómo Gallardo y sus muchachos le ganaban a Boca la Supercopa en Mendoza y se aguantó dos meses hasta que en una visita a un centro educativo en la misma ciudad cuyana celebró la Superliga local ganada por Boca y al avistar a un adolescente que tenía puesta una campera con el escudo de River, le dijo «venías bien hasta que te pusiste ese buzo, te fuiste a la B» y el video fue subido al Instagram oficial.
Hacia octubre y palpitando lo que parecía venirse, Macri expresó: “No quiero una final Boca-River. Prefiero un equipo brasileño porque son tres semanas de no dormir, es una locura, mucha presión. El que pierde va a tardar 20 años en recuperarse” y en noviembre se refirió a las calidades de Gallardo como estratega futbolero expresándole a un grupo de operarios de un laboratorio porteño «esta vez se nos tiene que dar, este culón de Gallardo…».
Pero el saldo conocido de la accidentada final del máximo torneo continental que se disputó entre la Bombonera y Madrid favoreció, una vez más, al equipo de la banda roja al mando del Muñeco.
En julio de este año y al recorrer obras viales en Las Flores, el presidente comentó en clave deportiva antes que social o política “sí, venimos golpeados, pero vamos a levantar. Se les va a terminar la sonrisita a los de River, que te miran con una sonrisita que me están poniendo nervioso”, pero hacia finales de agosto y cuando ya se sabía de un nuevo cruce copero, esta vez en semifinales, Macri fue a la cena anual benéfica organizada por Margarita Barrientos donde un hincha de River le gritó “le vamos a ganar de vuelta”, a lo que respondió “no, por favor no me digas eso. Te veo demasiado seguro”.
Tras el partido de ida jugado en el Monumental donde el resultado de 2-0 favoreció de nuevo a la formación de Gallardo, Macri se puso la camiseta y escribió «vamos Boquita también el 22, todo se puede» como prólogo a una estrategia de campaña dispuesta a ligar la suerte futbolera con el resultado de las elecciones. “Es un día doloroso para los hinchas de Boca, pero falta la revancha, así que como digo que el 27 (de octubre) sí se puede dar vuelta la elección lo mismo puede pasar con Boca unos días antes, tan solo cinco días antes, remontando un 2 a 0”, auguró.
¿Habrá sido Marcelo Gallardo el encargado de ratificarle a Mauricio Macri que el resultado de las PASO no va a revertirse el próximo domingo? Aunque resten pocas horas para develarlo, sí es un hecho cierto y seguro que el volante creativo devenido DT ratificó su condición de bestia negra del ingeniero empresario. Marcelo Gallardo, el gran opositor que cruzó a Mauricio Macri en todos los terrenos y lo hizo pelota.
*Periodista, trabajador de la agencia de noticias Télam, es integrante del colectivo radial que hace “Dspués de la deriva” en FM La Tribu, integró el colectivo de la revista Devenir, dedicada a las luchas del presente y a opciones de pensamiento emancipatorio.
(Fuente de la imagen: EAMEO – https://www.facebook.com/eh.ameoo/)
Acerca de 27 de octubre
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