Pareciera que la encuesta nacional de las PASO dejó caer un velo: donde aparecía una ciudad pujante, en permanente construcción, se denuncian negocios inmobiliarios, donde la alegría de las nuevas carreteras y escuelas recientes se expandía, se marca la inexistencia de las obras o la reinauguración de otras ya realizadas, donde los medios masivos marcaban el fin de la grieta, surge el odio de clases intacto, donde se pregonaba la pobreza cero se ve su diseminación en los sectores populares pero también en los más favorecidos.