Subvertir la política

Aunque hoy sea una realidad aplastante ver cómo la política ha dejado de lado toda idea de emancipación y se ha convertido en un conjunto de reglas y dispositivos dedicados a gestionar y gobernar el orden existente, hace más de 20 años, en el momento de su lanzamiento, esta catastrófica realidad quedaba opacada por el brillo que adornaba la expectativa de que la recuperación de la democracia y la caída de los totalitarismos, tanto de derecha como los que se montaron alrededor de los Estados socialistas, abría una era de esperanza, libertad y progreso para los pueblos del mundo. Luego fuimos testigos de que la única esperanza que se cristalizó fue la de los dueños del capital. Una vez borrada toda política de emancipación comienza el asalto final consistente en la mundialización capitalista de la vida de toda la humanidad, y los centros del poder mundial decretaron que las formas democráticas de Estado, con pluralidad de partidos, daban a esta empresa las mejores garantías políticas que las basadas en el partido único. Estas circunstancias marcaron profundamente el horizonte al que debería dirigirse el pensamiento de la política si es que aspiraba a mantener, en tiempos sombríos, activa la idea de la emancipación. En consecuencia, los tres núcleos centrales que recorren estos trabajos se organizan alrededor del despliegue de las siguientes afirmaciones. Primero, que la cuestión de la emancipación es esencialmente política (no es ni económica ni estatal) lo que nos lleva al problema de la autonomía de la política. En segundo lugar, que es una impostura querer obligarnos a elegir entre democracia y dictadura, por cuanto ambas son las dos caras del mismo proyecto de los poderosos para ejercer su dominación. Y el tercero, es la necesidad de hacer un profundo balance crítico del proyecto político del comunismo que recorrió todo el siglo pasado, pero no desde el discurso de la derecha como ha sido hasta ahora, sino a partir de una nueva mirada que sostenga a rajatabla la posibilidad y, en consecuencia, la necesidad de la apertura de un nuevo ciclo de la emancipación política.